Lo que parecía una demolición más en el Centro de Monterrey sorprendió a vecinos y curiosos cuando, entre los escombros, quedó al descubierto una misteriosa bóveda metálica. El hallazgo ocurrió en un edificio que antiguamente albergaba una joyería en la colonia Obrera.
El inmueble, cuya historia se remonta a más de 16 años atrás, operó durante décadas como un taller de fabricación y distribución de joyas para todo el estado. Aunque desde 2009 la joyería cerró sus puertas, la estructura permaneció intacta hasta hace unos días, cuando comenzó su demolición total.
La bóveda, que resguardó durante años valiosas piezas, fue retirada el miércoles pasado. Hoy, solo queda el vacío donde alguna vez se almacenaron tesoros que forman parte de la memoria colectiva de miles de regios.
El caso ha generado intriga entre quienes pasaban diariamente por el lugar sin imaginar la historia que ocultaba. Entre ruinas y polvo, la bóveda ya es parte del recuerdo de una era dorada en la tradición joyera de Monterrey.
