La relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario Elon Musk parece haber llegado a su punto de quiebre definitivo. En una entrevista telefónica concedida a la cadena NBC, Trump lanzó una dura advertencia al magnate tecnológico, señalando que enfrentará “consecuencias muy graves” si decide respaldar públicamente a candidatos demócratas en las próximas elecciones.
El desencuentro se originó tras la fuerte crítica de Musk al megaproyecto fiscal impulsado por Trump, el cual busca implementar recortes de impuestos históricos y que el CEO de Tesla calificó como “una abominación terrible”. La iniciativa fue aprobada por un margen reducido en la Cámara Baja y se encuentra actualmente en discusión en el Senado. La oposición pública de Musk habría molestado profundamente al mandatario, quien ahora amenaza con revisar los contratos millonarios que las empresas del empresario mantienen con el gobierno federal.
La tensión escaló aún más luego de que Musk insinuara que Trump estaría vinculado a la controvertida lista de Jeffrey Epstein, lo que provocó un aluvión de declaraciones cruzadas y acusaciones personales. Trump restó importancia a esas declaraciones, tachándolas de “noticia vieja” y recordó que incluso abogados del caso negaron su implicación. A pesar de años de cercanía, donaciones millonarias y colaboración en temas gubernamentales, el presidente reconoció que la relación con Musk está “terminada” y calificó su comportamiento como “irrespetuoso” hacia la presidencia. Mientras tanto, Musk ha sugerido que podría retirar su participación en proyectos espaciales clave como la cápsula Dragon de la NASA, aunque posteriormente se retractó. La ruptura pública marca un nuevo capítulo de tensión entre poder político y empresarial en pleno año electoral.
