La construcción del proyecto Vía Zócalo, ubicada en el centro de Monterrey, ha sido foco de atención debido a una fuga de agua potable que persiste desde hace más de 200 días. Esta situación ha generado preocupación entre los residentes y transeúntes de la zona, quienes han observado cómo el agua limpia fluye constantemente hacia las calles aledañas.
La fuga se originó en junio de 2024, cuando se detectó una corriente de agua proveniente de la obra en construcción. Inicialmente, los responsables del proyecto argumentaron que el agua provenía de una cisterna que se había llenado debido a las lluvias de la tormenta tropical Alberto. Sin embargo, especialistas y vecinos cuestionaron esta explicación, sugiriendo que podría tratarse de un venero o una fuga en las tuberías de agua potable.
A lo largo de estos meses, se han realizado diversas manifestaciones pacíficas por parte de los vecinos, quienes exigen una solución inmediata al desperdicio del vital líquido. En agosto de 2024, un grupo de aproximadamente 20 personas protestó colocando un tendedero con ropa y pancartas frente a la construcción, denunciando la inacción de las autoridades y la falta de responsabilidad por parte de los desarrolladores.
La situación se ha agravado con el paso del tiempo. En julio de 2024, el agua de la fuga avanzó aproximadamente 800 metros, desde la calle Matamoros hasta la avenida Félix U. Gómez, generando encharcamientos y afectando la movilidad en la zona. A pesar de los reportes ciudadanos y la asignación de números de identificación por parte de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, la problemática persiste sin una solución definitiva.
La empresa desarrolladora de Vía Zócalo ha declarado que cuentan con el aval de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para extraer el agua subterránea y conducirla al río Santa Catarina a través del colector pluvial. No obstante, la constante salida de agua ha generado molestias entre los habitantes del Barrio Antiguo, quienes también han reportado un aumento en la proliferación de mosquitos y otros inconvenientes sanitarios derivados del estancamiento del agua.
La falta de acción efectiva por parte de las autoridades y la empresa responsable ha llevado a una creciente indignación entre la comunidad, que demanda una pronta solución para evitar el desperdicio de agua potable, especialmente en una región que ha enfrentado problemas de escasez hídrica en los últimos años.
