Seúl.- Las autoridades surcoreanas han solicitado formalmente una orden judicial para detener al expresidente Yoon Suk Yeol, destituido tras un controvertido decreto de ley marcial que estuvo vigente por solo unas horas este mes. La medida es parte de una investigación que busca determinar si dicho decreto constituyó un acto de rebelión.
La Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios, que lidera una pesquisa conjunta con la policía y las autoridades militares, confirmó el lunes la solicitud de la orden de detención. Según los investigadores, Yoon podría enfrentarse a cargos por abuso de autoridad y por orquestar una presunta rebelión.
A pesar de varias citaciones, el expresidente ha ignorado las solicitudes del equipo de investigación y de la fiscalía para ser interrogado. También ha bloqueado intentos de allanamiento en sus oficinas, amparándose en leyes que limitan las investigaciones en lugares vinculados a secretos militares sin la autorización de la persona a cargo.
El tribunal aún debe decidir si aprobará la orden de detención, pero las autoridades enfrentan obstáculos legales significativos. Según la legislación surcoreana, Yoon no puede ser obligado a abandonar su residencia, ya que esto podría llevar a su detención inmediata. Además, los espacios relacionados con temas militares requieren el consentimiento del responsable para ser intervenidos, lo que complica el avance de la investigación.
Este caso ha generado gran controversia en Corea del Sur, donde se debate el alcance de los poderes presidenciales y los límites de las leyes relacionadas con la seguridad nacional. Mientras tanto, el país sigue a la espera de una resolución judicial que podría tener importantes implicaciones políticas y legales.