Cada Nochebuena, mientras las ciudades se apagan poco a poco y las familias se preparan para dormir, Santa Claus inicia su tradicional recorrido desde el Polo Norte. La leyenda señala que su viaje comienza en las regiones más orientales del planeta y avanza siguiendo el curso del tiempo, lo que le permite “ganarle” a la noche y entregar regalos en millones de hogares.
De acuerdo con esta tradición, Santa se desplaza en su trineo tirado por renos, recorriendo países y continentes en cuestión de horas. En distintos lugares del mundo se han creado plataformas digitales que, cada 24 de diciembre, permiten seguir su trayecto en tiempo real, despertando la ilusión de niños y adultos.
Una de las más populares es el rastreador navideño del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), que año con año muestra el recorrido de Santa por el planeta, incluyendo paradas simbólicas en distintos países. A través de mapas interactivos, videos y datos curiosos, las familias pueden saber “por dónde va Santa” y cuánto falta para que llegue a su ciudad.
En México, la tradición marca que su llegada ocurre durante la madrugada del 25 de diciembre, cuando el silencio de la noche se mezcla con la emoción de los regalos bajo el árbol. Villancicos como Noche de paz o Jingle Bells suelen acompañar la espera y cerrar una noche llena de significado.
Más allá del recorrido y la tecnología, Santa Claus sigue representando un mensaje universal: la generosidad, la esperanza y la importancia de compartir. Una magia que, año con año, sigue encontrando la forma de llegar a cada rincón del mundo.
