A pesar de la próxima llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, migrantes en Nuevo León siguen aferrados al sueño de una vida mejor al otro lado de la frontera. Refugios como Casa Monarca, en Santa Catarina, brindan apoyo a personas provenientes de países como Venezuela, Honduras y Guatemala, quienes ven en el 2025 una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.
La llegada de Trump ha generado inquietud entre las comunidades migrantes debido a sus promesas de endurecer las políticas migratorias. Sin embargo, albergues en Nuevo León han declarado estar listos para recibir tanto a migrantes en tránsito como a aquellos que puedan ser deportados, disponiendo de alrededor de 1,500 camas en la región.
Luis Eduardo Zavala, director de Casa Monarca, señaló que, ante un panorama incierto, es crucial continuar apoyando a quienes buscan oportunidades en Estados Unidos. Además, destacó el papel de estos refugios como puntos de esperanza y solidaridad en momentos difíciles.
Por otro lado, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha expresado confianza en que el estado seguirá creciendo económicamente, incluso con los posibles retos que traerá la nueva administración en Estados Unidos.
Mientras tanto, migrantes como Christopher Padilla, originario de Honduras, enfrentan no solo las bajas temperaturas y la inseguridad, sino también la incertidumbre de su futuro. No obstante, mantienen viva la esperanza de alcanzar una vida digna para ellos y sus familias.
